miércoles, 16 de abril de 2014




Salario Mínimo y su efecto en los negocios:
El salario mínimo en Puerto Rico está, hasta cierto punto, controlado por el gobierno de los Estados Unidos. Bajo la Ley 180 del año 1998, se decidió dejar el salario mínimo bajo la Ley Federal de Normas Razonables del Trabajo de 1938. Cabe destacar que hay exenciones. El Artículo 3 de la ley 180 dice que aquellas empresas que no cumplan con los requisitos exigidos por la Ley Federal y no tengan que pagar el salario mínimo “…pagarán un salario mínimo equivalente al setenta por ciento (70%) del salario mínimo prevaleciente.”
            Ahora bien, dejando dichos puntos claros comencemos de lleno diciendo que sería sumamente especulativo de mi parte argumentar el impacto en sí que conllevan los salarios mínimos a los negocios. Comenzaré exponiendo que no todos los países pagan salario mínimo y es sorprendente lo exitosos que pueden ser los negocios y mercados en países con o sin un sueldo mínimo. Singapur, por ejemplo, es un país que existe la total desregulación en cuanto a salarios mínimos se refiere. En este país asiático el mercado (basado en la inflación, oferta y demanda) es quien determina los sueldos a pagar que actualmente fluctúan en 60 mil dólares anuales. En Australia sí existe el salario mínimo y ronda en unos $13/horas aproximadamente. Habiendo así comparado ambos países, con tanta diferencia a la hora de establecer salarios, nos preguntamos
¿Y cuál es más positivo para la economía y para los negocios en el país?  Es imposible contestar. Ambos métodos de compensación parecen no ahuyentar a las empresas de invertir en X o Y país ya que ambas naciones tiene economías brillantes. Australia y Singapur poseen una tasa de desempleo menor al 5%, su PIB per Cápita es de $45 mil y $60 mil respectivamente y ambos países se han mantenido en crecimiento desde hace más de 5 años.
 
Esto nos hace saber que los países con salarios mínimos no son necesariamente los más que se aseguran de mayor paga a sus empleados. De hecho un artículo publicado por el economista.es argumenta que en los países sin salarios mínimos los sueldos suelen ser mejores que en aquellos que poseen salarios mínimos.
 
 
Sin embargo, hay 2 maneras de estudiar el efecto del salario mínimo desde el punto de vista micro económico: Desde la perspectiva del patrón y la del empleado (Y me concentraré en el ámbito local y el intento de llevar el mínimo a $10.10 por hora en Estados Unidos.) Bajo la suposición de que esta medida se concrete en el Congreso, afectará a unos 300 mil trabajadores en Puerto Rico.     
Entiéndase, unos 300 mil puertorriqueños verán un aumento en sus ingresos. Pero… ese asenso en el salario del empleado tiene fuertes repercusiones en las arcas de un negocio. Supongamos que una empresa cuenta con 100 empleados que cobran $7.25 por hora y trabajan 40 horas a la semana las 52 semanas del año; para la empresa poder cumplir con el nuevo mínimo de $10.10 deberá hacer ajustes de más de $592,800 anuales (Y digo más porque no he tomado en cuenta los beneficios brindado al empleado que se ajustan según su sueldo). Por lo tanto, los aumentos en salarios le afectan grandemente a los negocios quienes para recuperar esos costos optan por una de varias opciones: Reducir jornadas, reducir o  subcontratar  empleados, aumentar precios de sus productos o servicios, entre otras.
 Si bien es cierto que hay un impacto directo al negocio ya que sus gastos de nóminas aumentan (o se reducen de bajar los salarios, como ocurrió en Grecia), hay opiniones encontradas entre los economistas. Según Brendan Buck, portavoz del presidente de la Cámara de Representantes, dice “…aunque ayudaría a algunos, ordenar salarios más altos tiene costos reales, incluido el que haya menos personas trabajando”. Por el contrario la portavoz de la minoría demócrata en la Cámara, Nancy Pelosi argumenta que “el consenso entre cientos de los mejores economistas han pronosticado que un aumento en el salario va estimular la economía, aumentar la demanda y lograr crecimiento en el empleo”.
Pero, más allá de las opiniones, ¿qué dicen los números? Pues el Banco de la Reserva Federal de Dallas publicó un estudio en 2014 sobre el impacto del aumento de los salarios mínimos en las empresas. Esta investigación expone que el impacto será tan fuerte para los negocios que por cada dólar de aumento en el salario mínimo se pierden 15 mil empleos (en Texas). Sin embargo, y como todo siempre tiene dos vertientes parece haber un lado positivo. Según el profesor de economías de la Universidad Massachusetts, Arindrajit Dube, publicó una investigación, que le tomo 20 años en completar, en el cual, según él, demostró que aumentar los salarios es de gran beneficio para los negocios. Dube alega que cuando se aumentan los salarios los empleados aumentan su productividad y el la empresa logra retenerlos por más tiempo ahorrándose así la rotación sus empleados.
De esta manera y bajo este escrito se ha tratado de exponer como el salario mínimo es capaz de mover los negocios. La respuesta entre que hacer parece ser sumamente ambigua ya que al parecer, y dejándonos guiar por las investigaciones aquí citadas, un aumento en los salarios mínimos es un reto para la empresa a corto plazo, pero es de gran beneficio a un periodo prolongado de tiempo. Sus implicaciones son en nóminas directas, por lo cual los negocios deberían de ver a sus empleados como su capital más importante.  
Una solución posible para este dilema de que empresas están aptas o no para pagar aumentos en salarios mínimos podría ser la que teníamos en Puerto Rico en el año 1956 con la Junta de Salario Mínimo. Dicha junta evaluaba cada empresa, industria y negocio individualmente y establecía si podía pagar el mínimo estipulado por ley o se le hacían ajustes. Su problema: Podría desembocar en procesos lentos y burocráticos. Así pues, sin dudas hay impactos sobre los negocios cuando se imponen salarios, cuales ajustes hay que hacer y buscar beneficios de ese gasto mayor en nómina es un asunto serio que cada negocio o empresa debe trabajar de manera individual.