Últimamente
Puerto Rico se ha convertido en un lugar donde todo se polariza. La mentalidad
de hoy es que si eres estadista, eres republicano; si eres popular eres un
demócrata o un independentista de cajita…y si eres independentista eres un
terrorista que quiere matar a todos los puertorriqueños y traer a Fidel Castro
por Aguada para traer el comunismo. Nuestra mentalidad se ha convertido cuando
miramos la educación como un estándar de que si te gradúas con un título vales
más que Juancho el mata puercos, por lo tanto tienes que despreciar al prójimo
que no tenga tu educación. Vivimos en un país donde muchas veces nos cuesta
decir qué exactamente somos…somos un país donde muchos califican de cochina y
sucia colonia, pero al otro día en las olimpiadas se volvieron más
nacionalistas que Albizu Campo. Estamos en una situación donde nos creemos que
X o Y partido es nuestra solución y cada cuatro años los idolatramos más que a
Jesús en semana santa. Nuestra religión se ha enfocado últimamente en vestir
bien, lucir bien, tener una “lambía de vaca”, rezar frente a centenares de personas
para que PR se salve, pero lo menos que hacen es salir en las calles y
regalarle comida al adicto. Nos pintamos de moralistas, pero lo primero que no
aceptamos es la realidad de que todos somos humanos.

Muchos creemos
que la única forma de arreglar las cosas es por la educación, otros por la
espiritualidad en X o Y religión, otros con la legalización de las drogas o
sino con un golpe de estado. En mi opinión, todos están bien, pero también
están mal. ¿Cómo quieres arreglar las cosas mediante la educación y ni siquiera
hay intención de ponerla en práctica o reconocer aquellos que aunque con
conocimiento humilde que han aprendido de la experiencia? ¿Cómo queremos
predicar una religión para proveer bien y lo menos que hacemos es ayudar al
adicto, respetar a personas que amen diferente, no usar sus bienes para el
prójimo o simplemente reconocer que no somos perfectos? ¿Cómo quieren
revolución con armas cuando no hay conciencia por lo que se pelea? Ciertamente
hay ideas, pero no se necesitan ideas, sino buscar la convergencia y la unión
del pueblo dentro de todas esas ideas junto con acción.
Cuando
hablo de convergencia y unión, hablo de la intención de como seres humanos (no
como puertorriqueños), buscar lo que nos une, en vez de lo que quisiéramos en
específico. Para qué necesita la iglesia decir 24/7 que Cristo viene pronto (algo
que han dicho desde hace 2000 años) y que se arrepientan, cuando lo que hay que hacer es ayudar al prójimo. Es
irónico que muchos se vistan con togas despampanantes en un altar, pero no hay
tela para cubrir al vagabundo. Es irónico que tenemos un sistema político donde
dicen “vamos a trabajar por el pueblo” y lo primero que hacen es contratar a
sus seguidores y el pueblo aún los defiende como si fuera un dios al que no se
le cuestiona lo que hace.
Nos creemos
los más intelectuales cuando nos damos títulos de “Agnóstico”, “Ateo”, “Libre
Pensador”, “Teísta”, “Panteísta”, “Socialista”,
“Reformista”, “Izquierdista-Centrista”, “Derechista” como si uno se convirtiera
en un “trademark” de un humano elite de conocimiento social. Todos nacemos
desnudos y morimos con ropa que se vaciará de nuestro cuerpo desnudo, nadie es
superior a nadie. Lo que pensamos en
cuanto al famoso “intelecto de la educación”, no es otra cosa que el
pensamiento de otro con una mezcla de un poco del otro a lo que llamamos ser “original”.
Lamentablemente hemos hecho nuestra vida una perspectiva religiosa enfocada en
el materialismo social, donde vestir bien significa “lo ideal” y donde la
entropía y caos por vida se llama “disfrutar la vida”.
Muchos
dirán: “Pero tú no has hecho nada a cambio, solo criticas y no haces nada a cambio”.
La realidad es que mis actos no me los paso publicando en Facebook, Twitter o
me elogio cuando saco mi dinero para dárselo a pacientes de cáncer, comprar
comida a drogadictos, vagabundos, tampoco me paso diciendo como he defendido
grupos a los cuales no pertenezco para que los respeten como me respetan a mí.
Simplemente quiero hacer la gente que ayudo que vean la vida un poco más feliz,
no pido que me elogien. La pregunta es: ¿Por qué tú no quieres hacer algo?
Quieren que
baje la criminalidad? Regalen amor. No vivamos de la competencia, negativismo,
la crítica sin prédica; al contrario, vivamos del cooperativismo, el
positivismo y la crítica con ejemplo.
Así que
hago un llamado a la iglesia, que se salgan del templo y en vez de predicar,
que ayuden. Una donación a un país sin ayudar al nuestro es vivir una falacia,
al igual que decir : “arrepiéntete” y no te atreves ayudarlo para que salga de
condición.
De la misma
forma hago un llamado a los políticos y clase educada para que reconozcan su
origen, para que en vez de estar detrás de los libros y escritorios apliquen su
enseñanza. Es hora de dejar la mediocridad académica de pensar que somos
superiores porque tenemos un salario mayor que el otro.
Finalmente
hago un llamado a todos para que no se vayan de Puerto Rico. Es hora de probar
quién en realidad somos. Los momentos difíciles no son para huir de ellos, sino
para enfrentarlos. Separados jamás podremos superarnos, tenemos que quitarnos
las máscaras del miedo, negativismo y mentira del que vivimos. Es obvio que hay
que tomar medidas radicales como pueblo, sea ayudar al drogadicto, hacer
protestas por redes sociales o piquetes por nuestros derechos. Seremos juzgados,
pero parafraseando lo que dijo Martí; si no tienes el valor de aquellos que
están peleando por lo que quieren, al menos respétalos por su lucha.
No hay comentarios:
Publicar un comentario